Jueves 04 de noviembre. Lc 15, 1-10

EVANGELIO

Todos los publicanos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo.
Los fariseos y los escribas murmuraban, diciendo: "Este hombre recibe a los pecadores y come con ellos".
Jesús les dijo entonces esta parábola:
"Si alguien tiene cien ovejas y pierde una, ¿no deja acaso las noventa y nueve en el campo y va a buscar la que se había perdido, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, la carga sobre sus hombros, lleno de alegría,
y al llegar a su casa llama a sus amigos y vecinos, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la oveja que se me había perdido".
Les aseguro que, de la misma manera, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse".
Y les dijo también: "Si una mujer tiene diez dracmas y pierde una, ¿no enciende acaso la lámpara, barre la casa y busca con cuidado hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, llama a sus amigas y vecinas, y les dice: "Alégrense conmigo, porque encontré la dracma que se me había perdido".
Les aseguro que, de la misma manera, se alegran los ángeles de Dios por un solo pecador que se convierte".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

No están necesitados de médicos los sanos, sino los enfermos...con Jesús pasa algo similar, su mensaje es universal y para todos, pero él en sus gestos y detalles se decantó de una manera muy rotunda por los que eran considerados pecadores en su época y con los cuales se juntó imcumpliendo la norma ya que eran considerados impuros y un maestro no podía perder su pureza con ellos. Lo de Jesús es para echarse a temblar, sobre todo si eres de la ortodoxía y el apretamiento existencial, pone el mundo de tal manera patas arriba que es alucinante y apasionante. No solo rompe estas normas judías sino muchas otras, por eso era "peligroso" para el sistema establecido, y hoy sigue pasando...prefieren muertos en vida que no ofrezcan problemas ni compliquen su vida, a personas auténticas que lo dan todo por sus ideales y principios. Sigue habiendo, y muchos, fariseos y escribas que murmuran y venden su conciencia por un puesto o por un cargo, o por un reconocimiento. Nosotros no, la conciencia tranquila y el corazón alerta para servir y echar una mano. Termino amigos con una frase que dedico a aquellos que cada día, como Jesús, luchan y lo hacen con coherencia, y por eso estorban y quieren ser quitados del medio:"Los grandes espíritus siempre han encontrado la violenta oposición de las mentes mediocres. Estos últimos no pueden entender que un hombre no se someta irreflexivamente a las normas heredadas sino que emplee honestamente y con coraje su autenticidad".