lunes, 15 de noviembre de 2010

Lucas 19: 1 - 10 . martes 16 noviembre

EVANGELIO:

Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad.
Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico.
Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura.
Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí.
Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa.»
Se apresuró a bajar y le recibió con alegría.
Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador.»
Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo.»
Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham,
pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

Zaqueo, que significa "el puro", "el justo", es presentado por Lucas con dos rasgos íntimamente unidos entre si: es "jefe de publicanos y rico"; doble inconveniente para entrar en el reino.
Jesús pasó por la vida de Zaqueo, le busca con la mirada (¡ alzo la vista!) ya os dije ayer que con los ojos se ama y se acoge…. Va a ser importante esto de mirar los ojos… y le acoge con el corazón. Hoy también Jesús pasa por nuestras calles, en nuestras gentes. Nosotros vemos pasar a diario a Jesús por nuestra vida.
A la fusca de la vida nos llama la atención 3 cosas de este Evangelio:

- no importa lo que hayamos hecho, aunque sea grande y abrumador el peso de nuestras miserias, aunque nuestro pasado sea oscuro, existe alguien que continúa obstinadamente creyendo en nosotros y esperando algo distinto de nosotros.

- ¿qué paso después?. ¿de qué hablaron? ¿qué más le dijo Jesús?... no lo sabemos. Pero si sabemos que Jesús no le reprochó nada, tampoco le denunció, ni criticó.

- La decisión de Zaqueo, por último – lo más importante-; podía haber decidido acudir al templo a diario, o acercarse arrepentido a los líderes religiosos de su época, hacerse fariseo, confesar a diario sus pecados, o quizás estudiar a fondo la ley (ser el mayor de sus teólogos)y sus normas, preceptos, para cumplirla fielmente. Pero la decisión de Zaqueo fue aproximarse a los pobres. Repartir su riqueza, no se quedo en palabrería.... la mucha palabrería enturbia la idelología.

¡ Que pequeño de estatura y que Grande de corazón! ese es el reto hoy. P´alante

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