miércoles, 10 de noviembre de 2010

EVANGELIO DEL FIN DE SEMANA
Sábado, 13 de noviembre de 2010.Lucas 18,1-8

Evangelio

Después Jesús les enseñó con una parábola que era necesario orar siempre sin desanimarse: "En una ciudad había un juez que no temía a Dios ni le importaban los hombres; y en la misma ciudad vivía una viuda que recurría a él, diciéndole: 'Te ruego que me hagas justicia contra mi adversario'. Durante mucho tiempo el juez se negó, pero después dijo: 'Yo no temo a Dios ni me importan los hombres, pero como esta viuda me molesta, le haré justicia para que no venga continuamente a fastidiarme'". Y el Señor dijo: "Oigan lo que dijo este juez injusto. Y Dios, ¿no hará justicia a sus elegidos, que claman a él día y noche, aunque los haga esperar? Les aseguro que en un abrir y cerrar de ojos les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del hombre, ¿encontrará fe sobre la tierra?".

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA

Dios siempre hace justicia. Siempre, Lo creamos o no. Lo veamos o no. Y Jesús quiere que lo sepamos. De ahí esta parábola. Si un juez injusto, humano, se empeña en dictar sentencia, aunque solo sea porque es su deber, o porque no le inoportunen...¡cuánto más Dios, el Señor, juez justo! Si, pero, dirán algunos...¿y qué pasa con tantas y tantas y tantas situaciones que vivimos cotidianamente en las que la prepotencia, el abuso de poder y la injusticia parece que tienen la última palabra?Sí, la verdad es que parece que en ellas el mal vence al bien y los pobres, justos y oprimidos pierden. Pero, no, es así. La Palabra de Dios es cierta y en ella se nos habla de justicia y libertad. ¿No será, porque nos increpa y nos anima para ponernos manos a la obra en la construcción de ses mundo que anhelamos? ¿No será porque quiere que nosotros seamos artífices del bien y la justicia? "Él hace proezas con su brazo, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, alos hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos" Canta María en el Magnificat. Creamoslo nosotros hoy y siempre.



La familia agustiniana celebra hoy el nacimiento de Agustín y la fiesta de todos los santos de la Orden.

Que ellos nos ayuden desde el Cielo y nos enseñen a vivir nuestro encuentro cotidiano con Jesús, la amistad entre nosotros y el servicio a los demás. Nuestra vida, como la suya, cobrará un nuevo sentido.








No hay comentarios:

Publicar un comentario