lunes, 1 de abril de 2013

Juan 20: 11 - 18. MARTES 2 DE ABRIL

EVANGELIO

Estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Y mientras lloraba se inclinó hacia el sepulcro,

y ve dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, uno a la cabecera y otro a los pies.

Dícenle ellos: «Mujer, ¿por qué lloras?» Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto.»

Dicho esto, se volvió y vio a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús.

Le dice Jesús: «Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas?» Ella, pensando que era el encargado del huerto, le dice: «Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo me lo llevaré.»

Jesús le dice: «María.» Ella se vuelve y le dice en hebreo: «Rabbuní» - que quiere decir: «Maestro» -.

Dícele Jesús: «No me toques, que todavía no he subido al Padre. Pero vete donde mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.»

Fue María Magdalena y dijo a los discípulos que había visto al Señor y que había dicho estas palabras.


EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
No tenemos ni idea de quien fue María Magdalena, se han dicho multitud de “gilipolleces” sobre ella y Jesús de Nazareth, cuando en realidad ni siquiera sabemos quien fue, y quien de todas las Marías exactamente es esta mujer.
Pero si sabemos que ocupó un lugar muy importante en el grupo de Jesús de Nazareth, que estuvo la primera al pie de la cruz, y que tuvo el honor de reconocerle resucitado, o sea una discípula de primera línea – para que luego digan que el papel de la mujer en la Iglesia viene por tradición y que no hay que reformarlo- esta mujer era una líder dentro de la comunidad.
Ni tenía miedo a amar, ni tenía miedo a  presentarse como apóstol, ni tenía miedo a estar en primera línea, para la fusca esta mujer es ejemplo de vida, de entrega y libertad, debería estar encumbrada en lo más alto del testimonio de autenticidad que nadie jamás ha sabido dar. La de Magdala como otras muchas mujeres a lo largo de la historia sabían lo que querían y sabían lo que tenían que hacer para conseguirlo, por eso brindamos por todas las mujeres que día a día llevan la Buena Nueva escrita en sus acciones.
Si debería ser alguien muy especial para ser capaz de acaparar la tención del evangelista durante tanto tiempo en la Pascua.
El colmo de la alegría es encontrarse con el amigo que ha resucitado. P´alante

1 comentario:

  1. Real como la vida misma
    >
    > Había una vez un rey que quería ir de pesca. Llamó a su pronosticador
    > del tiempo y le preguntó el estado del mismo para las próximas horas.
    > Éste lo tranquilizó diciéndole que podía ir tranquilo pues no
    > llovería.
    > Como la novia del monarca vivía cerca de donde éste debía ir, se
    > vistió con sus mejores galas.
    > Ya en camino, se encontró con un campesino montado en su burro quien
    > al ver al rey le dijo: “Señor es mejor que se vuelva pues va a llover
    > muchísimo.”
    > Por supuesto el rey siguió su camino pensando: “Qué sabrá este tipo;
    > si tengo un especialista muy bien pagado que me dijo lo contrario.
    > Mejor sigo adelante.”
    > Y así lo hizo… y, por supuesto, llovió torrencialmente. El rey se
    > empapó y la novia se rió de él al verlo en aquel estado.
    > Furioso, volvió a palacio y despidió a su empleado. Mandó llamar al
    > campesino y le ofreció el puesto, pero éste le dijo: “Señor, yo no
    > entiendo nada de eso. Sólo sé que si las orejas de mi borrico están
    > caídas quiere decir que lloverá”
    > Entonces el rey contrató al burro.
    > Así comenzó la costumbre de contratar burros, que desde entonces
    > tienen los puestos mejor remunerados en el gobierno.

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