lunes, 18 de mayo de 2009

Martes, 19 de Mayo de 2009. Juan 16, 5-11

EVANGELIO

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: - «Ahora me voy al que me envió, y ninguno de vosotros me pregunta: "¿Adónde vas?" Sino que, por haberos dicho esto, la tristeza os ha llenado el corazón. Sin embargo, lo que os digo es la verdad: os conviene que yo me vaya; porque si no me voy, no vendrá a vosotros el Defensor. En cambio, si me voy, os lo enviaré. Y cuando venga, dejará convicto al mundo con la prueba de un pecado, de una justicia, de una condena. De un pecado, porque no creen en mí; de una justicia, porque me voy al Padre, y no me veréis; de una condena, porque el Príncipe de este mundo está condenado.»

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

En el evangelio de estos días se nos habla una y otra vez de la venida del Espíritu Santo. Jesús, lo decíamos ayer, no se conforma con decirnos que no nos abandonará nunca, si no que nos promete una nueva presencia en nuestra vida, que va a "defendernos" ante los que nos acusen o no entiendan. Sin embargo, el evangelio de hoy parece contradictorio, Jesús dice que se va, y esto llena de tristeza a sus discípulos. Sin embargo, quizá su lenguaje hoy como ayer no ha sido bien interpretado. Quizá Él sólo quiere que le busquemos y le reconozcamos en "lugares" en los que jamás pensaríamos encontrarlo. Quizá, tengamos que empezar de nuevo y saber que siempre está y estará "oculto" en tantas miradas, en tantas presencias, en tantas situaciones que no son precisamente bellas, ni agradables, ni tranquilizantes, pero que, si queremos abrir los oídos del corazón, nos hablan, nos gritan más bien, su nombre, su mensaje, su evangelio. Se me ocurre que, al hilo de este evangelio, podemos mirar dentro de nosotros y descubrir cuántas veces elegimos, preferimos o buscamos lo que nadie quiere, a las personas que resultan más desagradables o incómodas. Pensemos en aquel compañero lleno de problemas, en el alumno con dificultades, de mala conducta, etc, que no sabemos cómo nos encomiendan, en... ¡hay tantas oportunidades a lo largo del día para buscar, encontrar y elegir a Jesús en los que nadie quiere! Acojámosle a Él en todos ellos y seguro, seguro, que "la tristeza desaparecerá de nuestro corazón" buen día y ¡manos a la obra!

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