Viernes 8 de mayo. JN 14, 1-6

EVANGELIO:
En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:
- No perdáis la calma: creed en Dios y creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas estancias, y me voy a prepararos sitio. Cuando vaya y os prepare sitio, volveré y os llevaré conmigo, para que donde estoy yo, estéis también vosotros. Y adonde yo voy, ya sabéis el camino.
Tomás le dice:
- Señor, no sabemos dónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?
Jesús le responde:
- Yo soy el camino, y la verdad y la vida. Nadie va al Padre, sino por mí.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:
Hoy es ocho de mayo y qué paz y serenidad nos dan las palabras de Jesús: “Que no tiemble vuestro corazón, creed en Dios y creed también en mí”. Hemos puesto la confianza en tantas cosas, en tantas personas ...estamos tan escarmentados que ya nos cuesta confiar en alguien ; y sin embargo esta tarde es Dios el que sale a nuestro encuentro para decirnos creed en Dios y creed también en mí. Amigo, lector, nos agobiamos tanto que somos incapaces de ver el amor de Dios , de ver que Alguien confía en nosotros por encima de todo.
Estamos tan embebidos con la vida que somos incapaces de ver que Jesús es el camino, la verdad y la vida. Y quizás convenga que nos atrevamos a vivir. Que nos atrevamos a ver el mundo y la realidad que nos toca vivir.
Ya no podemos dar más excusas, ya no podemos vivir una vida a medias, ya no podemos decir que aquí nos quedamos cuando hay tanto por hacer. La vida está para vivirla y para desvivirse por los demás. Estamos puestos para caminar y amar ; y el verdadero amor es el que nos saca de nosotros mismos, el que nos lanza hacia fuera y nos enriquece.