viernes, 1 de mayo de 2009

1 DE MAYO. Viernes. Juan 6, 52-59

EVANGELIO

En aquel tiempo, disputaban los judíos entre sí: - «¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?» Entonces Jesús les dijo: - «Os aseguro que si no coméis la carne del Hijo del hombre y no bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Mi carne es verdadera comida, y mi sangre es verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre habita en mí y yo en él. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre; del mismo modo, el que me come vivirá por mí. Éste es el pan que ha bajado del cielo: no como el de vuestros padres, que lo comieron y murieron; el que come este pan vivirá para siempre.» Esto lo dijo Jesús en la sinagoga, cuando enseñaba en Cafarnaún.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

De nuevo, vemos en el evangelio de hoy lo que les cuesta a los discípulos creer en las palabras de Jesús. Es verdad que "habla con autoridad" y es verdad, que "nadie ha habaldo como habló Él", pero de ahí a tener que comer su carne... Y de nuevo vemos el eterno conflicto que surge también en nuestras vidas. De acuerdo que Jesús tiene algo que decir en ellas, (pero sólo algo...) de acuerdo que nos dicen, a veces, que Él puede cambiar nuestra existencia y dar plenitud a cada momento, de acuerdo que...pero de ahí a fiarnos completamente de Él, de ahí a cambiar nuestros planteamientos, de ahí a ser radical en nuestro dedicación a los demás, de ahí a... pues quizá, la lectura y meditación del evangelio de hoy, nos ayude a darnos cuenta de que sí, es verdad, Jesús nos ofrece la plenitud, la alegría en medio de los conflictos y las contrariedades, el verdadero alimento que da fuerza para amar y servir a los demás... pidamosle hoy a Él, y a María que nos ayuden a entender lo que certeramente decía Teresa de Ávila, "quien a Dios tiene, nada le falta, sólo Dios basta".

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