lunes, 14 de noviembre de 2011

Lunes 14 de noviembre. Lc 18,35-43

EVANGELIO
Cuando se acercaba a Jericó, un ciego estaba sentado al borde del camino, pidiendo limosna.
Al oír que pasaba mucha gente, preguntó qué sucedía.
Le respondieron que pasaba Jesús de Nazaret.
El ciego se puso a gritar: "¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!".
Los que iban delante lo reprendían para que se callara, pero él gritaba más fuerte: "¡Hijo de David, ten compasión de mí!".
Jesús se detuvo y mandó que se lo trajeran. Cuando lo tuvo a su lado, le preguntó:
"¿Qué quieres que haga por ti?". "Señor, que yo vea otra vez".
Y Jesús le dijo: "Recupera la vista, tu fe te ha salvado".
En el mismo momento, el ciego recuperó la vista y siguió a Jesús, glorificando a Dios. Al ver esto, todo el pueblo alababa a Dios.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

 Es el momento de salir de la cueva, de las inseguridades, miedos y complejos y gritar, gritar bien alto, no con voces sino con acctitudes y actos que queremos ser de Jesús....romper las cadenas que aprisionan nuestro corazón y le hacen ser diminuto y pequeño...el ciego del evangelio, lo grita a los cuatro a los vientos, y Jesús le escucha, como siempre hace con los que le llaman...él no apaga el móvil, y contesta siempre a los sms...
Hay muchos que le mandan callar, a los que le molestan sus gritos...esa es buena señal, siempre será mejor que nos manden callar a que nos imploren a hablar...por eso, apostemos por él, redoblemos la fuerza y cultivemos esa fe que mueve montañas y que hace que el ciego confie sin temor en él....ánimo y mucha suerte...la semana ya ha comenzado, una nueva oportunidad de amar y hacer el mundo mejor...

No hay comentarios:

Publicar un comentario