martes, 20 de marzo de 2012

Miércoles 21 de marzo. Jn 5, 17-30

EVANGELIO

Pero Jesús les replicó: «Mi Padre trabaja hasta ahora, y yo también trabajo.» Por eso los judíos trataban con mayor empeño de matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que llamaba a Dios su propio Padre, haciéndose a sí mismo igual a Dios. Jesús, pues, tomando la palabra, les decía: «En verdad, en verdad os digo: el Hijo no puede hacer nada por su cuenta, sino lo que ve hacer al Padre: lo que hace él, eso también lo hace igualmente el Hijo. Porque el Padre quiere al Hijo y le muestra todo lo que él hace. Y le mostrará obras aún mayores que estas, para que os asombréis. Porque, como el Padre resucita a los muertos y les da la vida, así también el Hijo da la vida a los que quiere. Porque el Padre no juzga a nadie; sino que todo juicio lo ha entregado al Hijo, para que todos honren al Hijo como honran al Padre. El que no honra al Hijo no honra al Padre que lo ha enviado. En verdad, en verdad os digo: el que escucha mi Palabra y cree en el que me ha enviado, tiene vida eterna y no incurre en juicio, sino que ha pasado de la muerte a la vida. En verdad, en verdad os digo: llega la hora (ya estamos en ella), en que los muertos oirán la voz del Hijo de Dios, y los que la oigan vivirán. Porque, como el Padre tiene vida en sí mismo, así también le ha dado al Hijo tener vida en sí mismo, y le ha dado poder para juzgar, porque es Hijo del hombre. No os extrañéis de esto: llega la hora en que todos los que estén en los sepulcros oirán su voz y saldrán los que hayan hecho el bien para una resurrección de vida, y los que hayan hecho el mal, para una resurrección de juicio. Y no puedo hacer nada por mi cuenta: juzgo según lo que oigo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me ha enviado.

EL EVANGELIO NO ES UN SOMNÍFERO, ES PURA DINAMITA:

Se nos habla al corazón, al mundo de los hechos, de la ética, más que al de las creencias y cumplimientos. Lo digo porque en el Evangelio de hoy se habla de juicio, de resurrección....y este tinglao no es nada teológico, ni de tesis dogmáticas...es un tema que atañe a nuestra vida, a lo que hacemos y a lo que dejamos de hacer...y según esto así estaremos resucitando cada mañana, no en el fin de nuestros días, estamos llamados a resucitar cada día, a renovar la vida de los demás, a difuminar dolores y sufrimientos, a hacer la vida más fácil a los otros...eso es resucitar y lo demás serán pamplinas que tranquilizan nuestra conciencia...
La fusca de la vida cree en la resurrección, pero de otro modo, más en sintonía ciertamente con la experiencia vivir amando que con la credulidad que intentan imponernos los censores conservadores, más en sintonía con las grandes utopías tejidas por la humanidad a lo largo de la historia que con una fe mitológica que aliena al creyente y lo aleja del compromiso con la historia, más en sintonía con la gran utopía del triunfo de la vida sobre la muerte, de la rehabilitación de las víctimas y con la esperanza de que los verdugos no triunfen definitivamente sobre los inocentes.
No creemos en una resurrección que sea sinónimo de sacrifico, redención, reparación...y sí apostamos por una resurrección que tenga que ver con liberación, libertad, justicia, fraternidad, misericordia y COMPASIÓN....es lo que hay.....palante

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