lunes, 23 de marzo de 2009

Martes, 24 de marzo. Juan 5, 1-3. 5-16

EVANGELIO

En aquel tiempo, se celebraba una fiesta de los judíos, y Jesús subió a Jerusalén. Hay en Jerusalén, junto a la puerta de las ovejas, una piscina que llaman en hebreo Betesda. Ésta tiene cinco soportales, y allí estaban echados muchos enfermos, ciegos, cojos, paralíticos. Estaba también allí un hombre que llevaba treinta y ocho años enfermo. Jesús, al verlo echado, y sabiendo que ya llevaba mucho tiempo, le dice: - «¿Quieres quedar sano?» El enfermo le contestó: - «Señor, no tengo a nadie que me meta en la piscina cuando se remueve el agua; para cuando llego yo, otro se me ha adelantado.» Jesús le dice: - «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.» Y al momento el hombre quedó sano, tomó su camilla y echó a andar. Aquel día era sábado, y los judíos dijeron al hombre que había quedado sano: - «Hoy es sábado, y no se puede llevar la camilla.» Él les contestó: - «El que me ha curado es quien me ha dicho: Toma tu camilla y echa a andar.» Ellos le preguntaron: - «¿Quién es el que te ha dicho que tomes la camilla y eches a andar?» Pero el que había quedado sano no sabía quién era, porque Jesús, aprovechando el barullo de aquel sitio, se había alejado. Más tarde lo encuentra Jesús en el templo y le dice: - «Mira, has quedado sano; no peques más, no sea que te ocurra algo peor.» Se marchó aquel hombre y dijo a los judíos que era Jesús quien lo había sanado. Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado.
EL EVANGELIO NO ES UN SOMNIFERO, ES PURA DINAMITA:

En un mundo tan convulso por tanta información, con tanta crítica y tantos caminos opuestos, incluso y a veces, sobre todo, en el ámbito eclesial, parece que al meditar este evangelio lo primero que se nos viene a la mente y al corazón es la frase con la que acaba hoy: “ Por esto los judíos acosaban a Jesús, porque hacía tales cosas en sábado” y sentimos casi la necesidad de lanzar a los cuatro vientos, que sí, que es verdad que los poderosos de hoy, los que se creen con el monopolio de la verdad absoluta, los que se han sentado “en la cátedra de…” también acosan a Jesús quedándose en el mismo discurso de siempre: en una moral sexual ya caduca, en el olvido de las grandes injusticias que se cometen en los países más pobres, en…y acosan a Jesús porque han adulterado su mensaje de comprensión y total cercanía a los débiles, a los pecadores, a los enfermos… sin embargo, me niego a caer en la denuncia o la crítica sin más. No sé si para algunos espa postura supondrá creer en un Jesús ¿milagrero? o providencialista, lo cierto es que después de la lectura de este evangelio sólo me queda dar gracias porque como dice san Juan: “Nosotros hemos conocido el Amor y hemos creído en él”, es decir, por haberme, habernos encontrado con este Jesús que es capaz de “remangarse” y empujar nuestra camilla hasta el agua de la vida y de la salvación para que vivamos y seamos salvos. En este Jesús que sana, sigue sanando hoy nuestras cegueras y nos hace descubrir que sólo seremos sus discípulos si le sabemos reconocer en tantos que nos necesitan. En este Jesús que hoy nos vuelve a decir: «Levántate, toma tu camilla y echa a andar.» Entonces, ¡Adelante!, con un compañero y Maestro tan excepcional, ¿quién puede negarse a mojarse y a echar a andar por el camino de la vida?

1 comentario:

  1. EL MILAGRO LO HACEN LOS QUE LLEVAN LA CAMILLA....QUE AMISTAD TAN GRANDE,QUE ENTREGA LA CAPACIDAD DE HACER MILAGROS. ¡ ME ENCANTA!

    ResponderEliminar